Cursos especializados en medicina ortomolecular

la Medicina Ortomolecular considera que las enfermedades se generan por desequilibrios moleculares, y estos pueden corregirse mediante la administración de las moléculas nutritivas adecuadas en el momento correcto. Nuestro estado de salud representa, ante todo, nuestra dieta desde que éramos fetos, somos producto de lo que ingerimos y que además trasmitimos genéticamente -una verdad muy sencilla de entender-, pero una tesis que ha sido, muchas veces olvidada. La Terapia Ortomolecular viene a restablecer los desajustes nutricionales tratando o previniendo la enfermedad con sustancias naturales del cuerpo, vitaminas, minerales, aminoácidos. Estas sustancias se usan frecuentemente en dosis grandes (mega dosis), pero como no son drogas (no hay toxicidad) el cuerpo puede responder de una manera más positiva. El ejemplo clásico es el tratamiento de la diabetes con la insulina. ¿Qué es la Medicina Ortomolecular? Se denomina Medicina Ortomolecular (Orthos: Justo, recto, directo) a la cantidad “justa”, “exacta” de la sustancia administrada a cada célula del organismo para que mantenga o recupere su bienestar. La Medicina y Nutrición Ortomolecular concibe de una manera distinta la recuperación del bienestar de cada individuo, ya que da especial importancia, a la nutrición y al uso de nutrientes no sólo de forma preventiva, sino también terapéutica y tiene como una de sus bases fundamentales la rehabilitación celular a través de su restablecimiento químico interno. Se basa en el convencimiento de que si al organismo se le proporcionan los micro-nutrientes necesarios para su correcto funcionamiento muchas de las enfermedades que contraemos no se manifestarían, y las que ya lo han hecho, podrían remitir parcial o totalmente, por tanto, es preciso asegurarse de que contamos con ellos en la proporción y cantidad adecuadas. En 1968, el Dr. Linus Pauling (galardonado en dos ocasiones con el Premio Nobel) utiliza el nombre de Medicina Orto-Molecular por primera vez y da a conocer la idea de tratar a los enfermos restableciendo su equilibrio fisiológico mediante sustancias naturalmente presentes en el organismo. Idea vanguardista en materia de medicina, que plasma en su primera obra sobre la vitamina C y el cáncer, alcanza la suficiente resonancia como para provocar una polémica en torno a este tema y comenzar a generar seguidores que continuaron investigando sobre el resto de los nutrientes. En la actualidad la Medicina Orto-Molecular es ampliamente reconocida y aceptada por infinidad de médicos y terapeutas, encontrándose entre las escuelas más reconocidas la de Reino Unido, Francia, Canadá y España. ¿Cómo funciona la Terapia Ortomolecular? La medicina convencional trabaja contra la enfermedad (los médicos indican “anti”bióticos, “anti”inflamatorio, “anti”hipertensivo). Por el contrario, la Medicina Ortomolecular actúa para estimular la potencialidad personal de cada individuo y contribuir que viva una vida al máximo de calidad, es como un entrenamiento de alto rendimiento pero no del deporte, sino de la propia vida. El método actúa de forma progresiva, respetuosa y natural en cuatro ámbitos del paciente: La actividad física (el movimiento como regulador de la “química cerebral y corporal”). La nutrición (a través de un reordenamiento en la alimentación: recordemos que según los griegos “la primera farmacia es la cocina”). Técnicas para controlar el estrés. Medicamentos Ortomoleculares son reconstituyentes, verdaderos y potentes nutrientes celulares a base de péptidos, enzimas y oligoelementos capaces de regenerar el organismo por completo. Los beneficios que aporta la Medicina Ortomolecular La Organización Mundial de la Salud no sólo reconoce la Medicina Ortomolecular como un sistema médico apto y válido para la prevención de enfermedades, sino también para su tratamiento y curación. Además contribuye a aumentar el bienestar y la calidad de vida en personas sanas o pacientes con patologías muy diversas ( diabetes, sobrepeso, trastornos cardiovasculares, enfermedades autoinmunes, neurológicas, psicosomáticas, osteoarticulares, renales, trastornos estéticos, etc.)
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